El foco de atención en esta imagen se lo lleva el chiquillo, pero más que él, su figura, su posición y la actitud que demuestra. Imprime un sentimiento entre sórdido y juguetón, juguetón cuando encontramos el balón, sórdida cuando entendemos las sombras del fondo del bosque y la soledad del niño, al menos en el cuadro que seleccionó el fotógrafo.
El blanco y negro hizo que esta gran figura (el niño) se camuflara sutilmente y que al mismo tiempo genere una atmósfera un tanto dramática.
Finalmente el par de personajes del fondo (las sillas), entre líneas con tanto ritmo y una perspectiva justa, nos remiten a los guardianes ausentes.
Esta es una imagen de cia de foto, un colectivo de fotografía brasileño que goza de un talento interminable y cálido... a nuestros gusto.
Esta es una imagen de cia de foto, un colectivo de fotografía brasileño que goza de un talento interminable y cálido... a nuestros gusto.